Para refrescamos, buscamos un plan alternativo a la playa, ya que Málaga es mucho más quearena y mar, es montaña, senderos y ríos.
Elegimos Jubrique, en la cara norte de la Sierra Bermeja y en concreto, el arroyo Quejigo, con esconde varios rincones con mucho encanto, lugares donde encontrar paraisos, y pequeños remansos de tranquilidad.
Es verdad que la subida por Estepona, por la Sierra Bermeja, hasta Los Reales, tiene, driría yo, ó más diría el conductor del vehículo, unas poquitas demasiadas curvas(un poco mareado llegó este conductor al destino).
En la zona de Peñas Blancas, seguimos dirección Genalguacil, dejando pasar el desvio de Jubrique, y a mitad de camino, nos encontramos un desvío hacia la derecha, al principio asfaltado, y deespués camino de tierra(bajamos el coche hasta el final del camino, con una poca de dificultad para el coche, pero se puede bajar).
Hay una pequeña zona de aparcamiento, pequeña, por eso es tan importante llegar temprano para realizar senderos. Nos cuesta un poco saber si hemos llegado al incio de nuestra ruta, pero avanzamos por el cauce del río con todo piedras, y buscamos el río.
Avanzamos y llegamos al charco Azul. Que maravilla, una poza con dos pequeñas casacadas una en cada lateral, y bastante agua. Vemos que tiene una escalera justo en la parte central, escalera bien amaarrada en la zona de arriba con cadenas. Como no vemos otra zona para seguir el sendero fluvial, elegimos subir esa escalera, al principio con poca fiabilidad, pero parece totalmente segura( a la bajada, bajamos por la zona lateral, mucho mejor). Ya arriba de la cascada, proseguimos haceia la charca Encantada, por un camino de piedras (no muy dificil, pero sí para ir con precacaución).
Y después de un rato caminando, llegamos al charco Encantado.
Aquí hacemos nuestra parada, nos damos un baño en agua cristalina, un rato de charla y risas,...un placer para los sentidos. Decidimos no continuar a las siguientes charcas, la Cuadrada, el charco Cuadrado...tendremos que volver para conocer las siguientes pozas. Contentos de haber conocido, disfrutado, descubierto esta zona escondido...un pequeño gran paraíso en el interior de Málaga.
Os animamos a que siempre que hagamos un sendero, en este caso fluvial, hagamos un poco de estudio de la zona, del tiempo, para saber como tenemos que vestir, cuando vamos a comenzar, dónde...para evitar sustos y cuidar nuestro entorno, hacer un uso responsable de nuestra naturaleza.
Os animamos también a que descubráis todos estos rincones tan espectaculares, tan cercanos. Disfrutar de los pequeños momentos y de lugares tan singulares como éste.
Los ratos buenos hay que buscarlos, y apreciarlos, también a los buenos amigos que nos acompañan en nuestras aventuras.
Muy buena aportación! Muy recomendable para los que no hayáis ido!
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