La ruta comienza en la barriada del Cobre en Algeciras, buscando una pista forestal, donde se encuentra señalizado el sendero Río de la Miel, punto en que iniciamos la ruta. Transitamos durante algo más de 1 km, antes de llegar a una bifurcación. Es una ruta circular, de unos 10 km aproximadamente, de dificultad media.
En la bifurcación tomamos el camino de la izquierda, que nos dirige hacia la senda de los prisioneros, en un suave y pedregoso ascenso. Debe este nombre, a que fueron caminos abiertos en trabajos forzados por los presos políticos tras la Guerra Civil.
Durante el camino, nos van acompañando alcornoques, pajarillos y unas magníficas vistas de la Bahía de Cádiz y Gibraltar.
Seguimos en dirección hacia el puerto de Comares, y la senda de los Prisioneros, termina junto a un puente de piedra semiconstruido.
Buscamos el valle del río de la Miel. Una señal en el camino, un hito de piedras, nos desvía hacia la derecha, por el denso matorral. El camino lo vamos encontrando con piedras señalizadas.
Vamos bajando, y vamos escuchando el ruido del agua, nos acercamos al río. Si el tramo de alcornoques, ha sido una maravilla, el tramo fluvial también nos asombrará. Llegamos a las primeras pozas, cascadas, enormes piedras...En más de una ocasión tenemos que pasar de una ribera a otra para ir buscando de nuevo el camino.
Llegamos ya a la parte final, donde hay numerosos grupos de senderistas, observando los últimos saltos de agua.
Dejamos a nuestra izquierda las ruinas del molino del Äguila, construido en el siglo XVII.
Y al final del recorrido, vemos un puente de piedra de estilo medieval, que nos llevará al inicio de nuestra ruta.
Ha sido una ruta que merece la pena disfrutarla con los cinco sentidos.
Gracias al guía, que siempre supo encontrar el sendero mejor, para hacer más interesante nuestro camino.
"Quien viaja demasiado aprisa, se pierde la esencia del viaje" (Louis LÀmour).