Darse un paseo, prismáticos en mano, con sumo silencio, para no asustar a las aves. Buscar el observatorio, localizar los pájaros en nuestra guía de aves o en los paneles informativos que encontramos a nuestros paso. La quietud de permanecer minutos, solo observando. Como se agradece estos momentos en nuestras prisas diarias.
En la Laguna del Rincón, una laguna pequeña, observamos malvasía cabeciblanca, zampullín, fochas, anátidas, aguiluchos laguneros...
La Laguna de Zóñar, mayor que la anterior, tiene un sendero señalizado que va directamente al observatorio. Es un paseo agradable, corto y que nos acerca a los pies de la laguna.
Otra manera de acercarse a la naturaleza, visitando los humedales.
Observar, ver, escuchar, sentir...
¡¡A por más días así!!
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