Una vez que llegamos al Refugio de Juanar, bien podemos aparcar el coche allí, o continuar un poco más arriba hasta llegar a una cancela. Empezaremos ahí el camino, rodeados de pinos, castaños y olivos. Hay dos miradores cercanos, uno primero, el del Corzo y el último el de la Cabra Montés. Los dos merece la pena visitarlos, no tienen dificultad y tienen unas vistas magníficas.
Llegará un momento en que veamos un edificio que es el Centro de Recuperación e Investigación Cinegética de Juanar.
Pasamos de largo y poco más adelante, en una zona de pinar, a la derecha, ya vemos un camino serpenteante que sube a la cima de la montaña. Ese es el camino que seguiremos y que nos conduce a la cima. Buscaremos una cruz de metal, que nos indica que hemos llegado al final de nuestra ruta.
Las vistas de Marbella son increíbles, y en días despejados se puede ver África.
Una ruta para despejarse en cualquier momento, disfrutar de buena compañía y que te evade del entorno diario. Naturaleza, silencio y aire puro!