De vez en cuando toca desconectar, parar la rutina y el ritmo frenético que llevamos.
Volver a conectar con nosotros o simplemente parar, para volver a apreciar nuestro día a día sin que nos resulte estresante.
Y esta vez elegimos algo que todos, alguna vez en la vida deberíamos hacer, el Camino de Santiago ( o una parte de él, de sus muchas variantes).
No porque te cambie la vida, vayas conocer a la pareja de tu vida ( que a lo mejor sí ), ni sea una experiencia transformadora (cómo leemos o nos cuentan).. simplemente por vivir unos días de una forma diferente. Llevar encima solo lo necesario, vivir con lo diario, simplemente caminar, sin más pretensión ni otros deberes. Llegar a tu destino cada día, tener albergue o no, ducharte, un rato de descanso, comer e ir a descansar pronto que al día siguiente toca comenzar de nuevo. Charlas con personas que te vas encontrando, con quién te acompaña en las etapas, a quien deseas buen camino.
Si encima tienes la suerte de hacerlo con una amiga de la infancia (de antaño jeje), a la que sigues conservando, puedes compartir momentos de risas, de silencios, de miradas e incluso de llegar a tener mismos pensamientos.
Mucha gente de más edad, parejas, personas de muchas nacionalidades diferentes, mucha gente caminando solos, amigos... Caminando desde puntos y caminos diferentes.
El camino más que un cambio radical , lo que hace es darnos cuenta de la sencillez de la vida.
Esta vez elegimos parte del camino francés, saldremos desde Sarria hasta Santiago. Lo haremos en cinco días:
Etapa 1: Sarria-Portomarín( 22 km).
Etapa 2: Portomarin -Palas de Rei(22'5 km).
Etapa 3: Palas de Rei - Arzúa( 29 km).
Etapa 4: Arzua- O Pedrouzo(19'5km)
Etapa 5: O Pedrouzo -Santiago de. Compostela(19 km).
Nosotros, solo reservamos el primer día en Sarria y el último en Santiago de Compostela, y el resto queríamos fluir!!
Y desde luego que fluimos... jejejeje. La semana con más afluencia en el camino de Santiago de este verano y nosotros sin reservas. Están los albergues privados, que don los que reservas y los albergues de la Xunta de Galicia que los abren a la 13 y conforme llevas te puedes quedar.
Si no eres mucho de sorpresas, quizás deberías reservarlo y tenerlo planificado, si no también ahí está su parte de gracia, de vivir experiencia más auténtica del camino.
Las etapas pueden hacerse bien, quizás la más larga es la tercera (ésta hay peregrinos que la parten hasta Melide, haciendo 6 etapas).
Cada cuál a su ritmo, paradas también a ritmo de cada cual... " no corras, donde tienes que llegar es a tí mismo" lo define muy bien.
Vas pasando por unos caminos preciosos, bosques de castaños (ya con muchos erizos y castañas por el suelo), robles, eucaliptos ( con su olor tan envolvente..que a más de una encantaba), riachuelos, pequeñas iglesias.
Buscando sellos para la credencial, en los sitios por donde pasamos, para acordarnos de nuestro paso.
Una gastronomía donde el pulpo, las zamburiñas, su tarta de queso de Arzúa, sus desayunos y cafés a medias etapas y alguna que otra cena más dulce de lo normal, siempre con risas y charlas.
También algunas misas de peregrino, incluida la de La Catedral de Santiago y con el butafumeiro en vuelo, gran sorpresa ( aunque algunas se la perdieran).
La llegada a la catedral de Santiago en la última etapa, es emocionante. Entrar en Santiago, (se hace eterna hasta llegar) e ir llegando al casco histórico, escuchando al gaitero en el arco de entrada a la Plaza del Obradoiro te deja sin palabras, pelos de punta y alguna lágrima de alegría y de esfuerzo, recompensan todo el camino con creces.
Tumbadas en la plaza del Obradoiro, admirando la catedral finaliza nuestra aventura. Una aventura que animamos a que hagáis, una aventura que difícilmente se olvidará.
"No sueñes tu vida, vive tus sueños"