Allí nos unimos a varios amigos, venidos de diferentes provincias de España, echando de menos a una integrante, que nos abandona en esta aventura.
Contentos, felices del reencuentro, planificamos varias rutas y entre ellas no puede faltar la de Cola de Caballo.
Un buen madrugón, para inciar pronto la ruta y evitar la calor, hace que nos dirijamos hacia Torla. Podemos aparcar el coche en una explanada con un parking bien habilitado y alli mismo esta la lanzadera-bus que nos llevará hacia el inicio de nuestra ruta.No pueden pasar vehículos particulares al parque. Las lanzaderas salen frecuentemente, desde las 6 de la mañana hasta por la tarde.
La capacidad máxima del Valle de Ordesa es de 1.800 personas simultáneas, se suspende el transporte cuando se llega a ese número por conservación del parque.
La ruta de La Cola de Caballo probablemente sea una de las rutas más populares del Pirineo Aragonés. Una ruta que no adentra en pleno Parque Nacional de Ordesa, declarado patrimonio natural de la humanidad por la UNESCO en el año 1997, recorriendo todo el valle de Ordesa, uno de loas más grandes y profundos de Europa.
A lo largo de sus 18 km de ruta (ida y vuelta) seguiremos el río Arazas, desde la Pradera de Ordesa hasta la cascada de la Cola de Caballo pasando por las Gradas de Soaso. En un camino muy fácil en medio de bosques y grandes prados hacen de su espectacularidad y poca dificultad técnica un recorrido muy transitado por excursionistas de todos lados.
Desde la Pradera de Ordesa empezamos esta magnifica excursión por el Valle de Ordesa, siguiendo el rio Arazas.
Este recorrido lo encontraremos señalizado con indicadores, de los que vamos a seguir los que marcan el camino a la Cola de Caballo.
Al inicio, el sendero de tierra empieza con una pendiente muy suave perfecta para entrar en calor. En unos 10 minutos llegamos a un pequeño monumento a la Virgen.
Vamos remontando el valle entre bosques hasta que llegamos a un mirador que nos permite ver una cascada bastante lejos, se trata de la Cascada de Arripas.
Nos vemos pequeños rodeados de unas paredes tan altas a ambos lados, unas montañas de altitudes superiores a los 2100 metros.
Justo antes de llegar a las Gradas de Soaso nos encontramos un pequeño cartel indicando que el meridiano de Greenwich pasa justo por aquí, el meridiano cero desde donde se miden las longitudes del planeta.
Las Gradas de Soaso son un conjunto de pequeñas cascadas sucesivas, en forma escalonada y muy bonitas visualmente.
Unos metros más arriba podemos contemplar otra cascada, esta más pronunciada, por encima de las Gradas. Bien merecen una parada obligada, son una maravilla.
Zigzagueamos para superar el desnivel de la cascada y entramos en la parte alta del valle.
El desnivel desde aquí hasta la Cola de Caballo será prácticamente cero.
Y llegamos a los extensos prados de Soaso, desde donde veremos las cimas del circo de Soaso con el Monte Perdido como máximo exponente.
El entorno es realmente mágico, una imagen vale más que mil palabras. Los ratos de charlas, risas, silencios, paradas, hacen que el camino cuente con un encanto singular.
Finalmente llegamos a la Cola de Caballo(1.750m), un salto de agua nombrado así por su similitud con la cola de un caballo. Que alegría haber llegado!!
Tras reponer eneríga, mojarnos los pies y refrescarnos, continuamos el regreso al puntos de partido.
Que buen guía hemos llevado durante todo el recorrido, y durante nuestra estancia en los Pirineos, gracias por tanto cariño y por llevarnos con nosotros un cariño especial de tu tierra.